departamento de relaciones públicas

A la hora de hablar sobre relaciones públicas, la primera imagen que se nos viene a la mente, a mi generación al menos, son aquellas personas a pie de calle intentando captar clientela para el restaurante, bar o discoteca en el que trabajen, con ofertas de dudosa eficacia a la hora de diferenciarse del resto de locales. Los famosos “erré pé pé”.

Como posible cliente, el factor que generalmente hace que te decantes por un lugar o por otro no es la oferta en sí, sino quién y cómo te la ofrezcan. El verdadero trabajo del relacionista público no es atraerte gracias a su oferta, sino por lo bien que te lo vas a pasar en su local y transmitirte los valores de su empresa -y el bueno rollito­-.

Para extrapolar esta idea que tenemos de relaciones públicas a otros sectores y a otro tipo de empresas, nos apuntaremos en un post-it mental el concepto de “transmitir los valores de la empresa” que hemos mencionado antes.

Entonces, ¿qué son las relaciones públicas?

Siguiendo la línea del que se considera padre de las relaciones públicas, Ivy Lee, vamos a definir esta actividad, a muy grandes rasgos, como la humanización de las marcas

Contesta sin pensar, ¡rápido!: ¿qué es lo más importante en una relación? De amistad, familiar, romántica… Eso no importa. ¿La confianza? Y, ¿qué te hace confiar en una persona? 

Muchas veces lo hacemos sin pensarlo, que sea transparente con nosotros, descubrir cuáles son sus valores y cómo se comporta en sus otras relaciones, qué cosas buenas puede ofrecernos y cómo gestiona los errores que comete. 

Ahora imagina que las marcas son personas, desde las más grandes hasta las más pequeñas. Un montón de personas que buscan tu confianza, y el trabajo de los profesionales de las relaciones públicas es conseguirla. 

Esta confianza se consigue a través de la comunicación corporativa. (¿Recuerdas el post-it mental de antes?). La comunicación corporativa consiste en transmitir información sobre la misión, visión y los valores de la empresa tanto a los clientes como a los trabajadores, proveedores, accionistas y toda aquella persona relacionada de una u otra manera con la empresa.

Así, el relacionista público se encarga de diferentes funciones relacionadas entre sí para que esta comunicación sea coherente y sólida en todas las direcciones.

¿Cuáles son las funciones de un relacionista público?

Antes de proceder con cualquiera de las acciones de comunicación que vayan a realizarse, se deberá llevar a cabo una investigación y análisis de la empresa para establecer las mejores estrategias de comunicación para el mensaje y la imagen que necesitemos transmitir. 

Elaboración del plan de comunicación

En este caso, una visión global de la empresa será esencial para establecer las estrategias de comunicación internas y externas. El equipo de diseño, marketing y publicidad deberá trabajar codo con codo para seguir la misma línea definida en cuanto a imagen de marca.

Redacción de comunicados de prensa

“El público debe ser informado”. Los comunicados de prensa pueden ser tanto positivos como negativos: desde el anuncio de un nuevo servicio hasta la recapacitación sobre una controversia en la que se haya visto implicada la empresa. 

La elección de palabras debe ser extremadamente cuidadosa, así como el portavoz y el tono del mensaje.  

Organización de eventos

Los objetivos que se fijan a la hora de organizar un evento son muy variados, al igual que la tipología de estos. Ya sea un evento interno o externo, debemos procurar que se transmita la imagen correcta de nuestra empresa y que se comentan los mínimos fallos posibles. La organización y la logística son la clave.

Conferencia para relaciones públicas

Administración de contactos y relaciones con los medios

Las empresas se relacionan con distintas audiencias que también se relacionan entre sí: la comunidad interna, la externa y los medios de comunicación interesados en nuestra actividad. Cada uno de los grupos tendrá unas necesidades de comunicación diferentes a las que tendremos que saber adaptarnos sin que se pierda o tergiverse información por el camino. 

Gestión reputacional de la empresa

Nadie está libre de errores, ni siquiera las grandes corporaciones. Casi más importante que intentar evitar por todos los medios esos errores inevitables, será la correcta gestión de la crisis que viene después de cometerlos. Por este motivo será necesario un plan de contingencia que establezca el protocolo a seguir en caso de tener que lidiar con opiniones, comentarios o críticas negativas.

En definitiva, una buena comunicación y un plan estratégico que defina los objetivos de las relaciones públicas de la empresa nos conducirá a que la reputación de marca sea cada vez más positiva y se convierta en esa persona en la que no te queda más remedio que confiar.

¿Te has quedado con ganas de saber más? Paciencia, hay tiempo de sobra. Mientras, podemos seguir en contacto o puedes leer mi post anterior.

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